Ojo que interesante LA HISTORIA SE REPITE:
Dice la reconocida frase célebre que los pueblos que no aprenden de su historia están condenados a repetirla, y exactamente eso es lo que le ocurre al país hoy día. En febrero de 1920 la pandemia de Gripe Española ingresa al país por medio de los vapores que arriban al puerto de Limón. El Dr. Antonio “Tony” Facio recibe los primeros 45 casos positivos en el hospital de la United Fruit Company, de los cuales 9 se convierten en las primeras víctimas mortales luego de dos semanas de hospitalización, los empleados de la compañía bananera alarmados pedían cuarentena preventiva a la prensa y el cierre del puerto, pero el capitán del puerto Juan E. Romagosa minimiza el problema diciendo que si mueren enfermos de la pandemia en todo el mundo, de todas formas morirán en el país y que cerrar el puerto acarrearía grandes pérdidas económicas para la compañía, es decir, para la empresa el interés económico está por encima de la salud.
En San José, el Presidente Francisco Aguilar Barquero alertado de la situación convoca a la Junta de Médicos del Colegio de Médicos, dicha Junta recomienda crear la Secretaría de Salubridad Pública, nombrando al Dr. Solón Núñez Primer Ministro de Salud. El Presidente ordena a los alcaldes municipales mantener el aseo e higiene de las calles, plazoletas y edificios públicos, y el Ministro de Salud ordena socorrer a los hogares pobres con los medicamentos que receten los médicos de pueblo, todos los gastos los asumiría el Gobierno, y el Ministro instruye a la población a desinfectar y blanquear con cal las casas.
La pandemia se propaga rápidamente por el territorio nacional, 82 casos en Turrialba, 150 en Cartago, 473 en Heredia con la muerte de dos niños y una adulta mayor. Para el 9 de marzo el Presidente Aguilar Barquero y el Ministro de Salud Solón Núñez decretan Emergencia Nacional Sanitaria, el Ministro ordena el cierre de teatros, templos y restaurantes, prohíbe las reuniones de más de 10 personas, prohíbe los paseos, los bailes y cualquier tipo de evento masivo. La población se queja de las medidas que consideran exageradas, muchos esperaban las compañías de operetas y zarzuelas que se presentaban en el Teatro Nacional, se suspendió el inicio del curso lectivo.
La población hacía caso omiso de las medidas sanitarias y advertencias, los sacerdotes hacían misas multitudinarias, los teatros seguían abriendo, en los pueblos se celebraban turnos y festejos patronales, se ordenó a las farmacias privadas dar medicamentos a los enfermos pobres, y el Gobierno les pagaría, el sistema de salud pública colapsó los hospitales San Juan de Dios y San Rafael de Alajuela, únicos centros médicos públicos abarrotados de enfermos por lo que el Ministro de Salud Solón Núñez, ordenó instaurar un hospital provisional para contagiados graves de Gripe Española en la Escuela Normal de Niñas, ubicada en la Escuela Metálica.
El Congreso aprobó un presupuesto extraordinario para adquirir medicamentos y abastecer de alimentos y cobijas a las familias más pobres. La prensa polemitizaba la situación, la Prensa Libre afirmaba que se alarmaba innecesariamente a la población, mientras que el Diario de Costa Rica acusa al Gobierno de errores en el informe de los casos, y lo acusa de mal manejo de la emergencia. Se instauró una policía de higiene para vigilar la limpieza de sitios públicos y el aseo de las casas, las municipalidades aumentaron sus cuadrillas de limpieza y barrido de calles, plazas, parques y las carretas para la recolección de basura.
La única ola pandémica de la Gripe Española en Costa Rica culminó en mayo de 1920, para la última semana de abril se cerró el hospital de la Escuela Metálica, finalmente fallecieron 2298 costarricenses. El gobierno del Presidente Aguilar Barquero y las autoridades municipales hicieron lo mejor posible por frenar el avance de la pandemia, sin embargo la desobediencia de la población y la poca seriedad de la prensa ante la emergencia sanitaria causaron la muerte de miles de costarricenses, en un país que en aquel momento contaba con una población de 500 mil habitantes. Si analiza y reflexiona sobre la situación actual, 100 años después, comprenderá porque digo que la historia se repite.