Un millonario promueve una fiesta en una de sus mansiones y, en determinado momento pide que la música pare y dice, mirando para la piscina donde cría cocodrilos australianos.
Quien se tire a la piscina, consiga atravesarla y salga vivo del otro lado ganará mis autos, mis aviones y mis mansiones.
En ese momento, alguien salta a la piscina…
La escena es impresionante. Lucha intensa, el intrépido se defiende como puede, sostiene la boca de los cocodrilos con pies y manos, tuerce la cola de los reptiles.
Mucha violencia y emoción. Parecía una película de Cocodrilo Dundee !
Después de algunos minutos de terror y pánico, sale el valiente hombre, lleno de arañones, hematomas y casi desnudo.
El millonario se aproxima, lo felicita y le pregunta:
¿Dónde quiere que le entregue los autos y los aviones?
Gracias, pero no quiero sus autos ni sus aviones.
¿Y las mansiones?
Tengo una hermosa casa, no preciso de las suyas.
Puede quedarse con ellas.
No quiero nada que sea suyo.
Impresionado, el millonario pregunta:
– Pero si Ud. no quiere nada de lo que ofrecí, entonces ¿qué quiere?
Y el hombre responde irritado:
¡Encontrar al hijo de puta que me empujó a la piscina!
Moraleja
Somos capaces de realizar muchas cosas que, a veces no nos creemos capaces. Solo necesitamos un empujoncito.
En ciertos casos, un hijo de puta es necesario en nuestras vidas.
OTRO CUENTO
Donald Trump quería que le pintaran de nuevo la casa Blanca…
Un contratista chino pidió 3 millones;
Un contratista gringo pidió 7 millones;
Un contratista tico pidió 10 millones;
Después de un rato Trump le preguntó al chino porque pidió 3 millones.
El chino dijo: un millón en pintura, un millón en mano de obra y un millón de ganancia.
Le preguntó al gringo porque pedía 7 millones.
El gringo contestó: 3 millones en pintura de alta calidad, 2 millones en mano de obra especializada, más dos millones de ganancia.
Le preguntó al tico porque pedía 10 millones.
El tico respondió: Don Trump la vara está así;
mire son 3 millones para usted,
4 millones para mí,
y con los 3 millones que sobran le pagamos al chino pa’ que vaya y pinte!